La estampación con sellos es como un mantra. Y es que este ancestral arte se rige por una secuencia repetitiva y rítmica de movimientos que te sumerge en un estado de concentración total, en el que los sellos, las pastas de impresión, las telas y tus manos fluyen de forma armoniosa para la formación del patrón. No hay más que presenciar la rítmica de las salas de estampación, donde el golpeteo de los sellos inunda el ambiente de un compás mágico. Por eso decimos que estampar es terapéutico, ya que te invita a centrarte en la tarea y a olvidarte por momentos del mundo exterior.